Se fue el Papa, regresa la realidad.
Desde que supe de los primeros acercamientos del Gobierno Santos para lograr una visita del máximo jerarca de la iglesia católica a nuestro país, mi rechazo hacia esta idea fue rotunda y con causa, no solo por el gasto económico que esto conllevaría, sino también por las falsas esperanzas que traería a un país mayormente católico, que con la idea de la cercanía de su máximo líder religioso, pensarían que todos nuestros problemas estarían resueltos y que nuestro país tomaría un nuevo rumbo, lejos de la corrupción, la inequidad, las injusticias y por supuesto, lejos de la guerra. Que mejor estrategia planeada por el gobierno colombiano que esta, para aplacar los ánimos por todos los escándalos que durante meses han ocupado las noticias en nuestro país, y que lograron llevar a bajos niveles de credibilidad a las diferentes ramas del gobierno, y lo mejor, o lo peor de todo -según desde donde se mire- aún desconocemos que estuvieron haciendo o planeando tras bambalinas mient