Se fue el Papa, regresa la realidad.
Desde que supe de los primeros acercamientos
del Gobierno Santos para lograr una visita del máximo jerarca de la iglesia católica
a nuestro país, mi rechazo hacia esta idea fue rotunda y con causa, no solo por
el gasto económico que esto conllevaría, sino también por las falsas esperanzas
que traería a un país mayormente católico, que con la idea de la cercanía de su
máximo líder religioso, pensarían que todos nuestros problemas estarían resueltos
y que nuestro país tomaría un nuevo rumbo, lejos de la corrupción, la
inequidad, las injusticias y por supuesto, lejos de la guerra.
Que mejor estrategia planeada por el gobierno
colombiano que esta, para aplacar los ánimos por todos los escándalos que
durante meses han ocupado las noticias en nuestro país, y que lograron llevar a
bajos niveles de credibilidad a las diferentes ramas del gobierno, y lo mejor,
o lo peor de todo -según desde donde se mire- aún desconocemos que estuvieron haciendo o
planeando tras bambalinas mientras todos andaban pendientes de cada uno de los
movimientos de Francisco sobre nuestro territorio, pero de que hubo algo, no se
tiene duda. Un buen ejemplo del “uso” de estos eventos de gran magnitud en
contra de la “inocencia” y poca atención de la población que vale la pena traer
a mención, es el que se llevó a cabo el día del arribo del “Vicario de Cristo”
a Bogotá, cuando en plena celebración de los capitalinos, el concejo de Bogotá aprobó
mayoritariamente el polémico proyecto de Peñalosa para meter más Transmilenio
por la carrera séptima de Bogotá, un proyecto sin estudios serios y
concienzudos acerca de su impacto social, económico y ambiental requeridos para
evitar más “Elefantes Blancos” de los que tienen acostumbrados al país entero. Otra
noticia que sucedió y de la que muy pocos nos dimos cuenta, fue de la licencia
ambiental radicada ante la ANLA para la explotación de Pirita y Cobre en cercanías
al Páramo de Santurbán, que más allá de tener todos los estudios requeridos,
resulta ser un golpe contra la sostenibilidad y cuidado de los recursos
ambientales de los colombianos, y que deben ser protegidos por estas “instituciones”,
que a la hora de la verdad se abren de piernas frente a cualquier proyecto que
produzca dinero, sin importar las afectaciones a mediano lo largo plazo.
Hace tres décadas Colombia recibió a Juan Pablo
II, y la realidad colombiana posterior a su visita no fue diferente, es más, podría
asegurarse que la decadencia moral, social y política continuo descendiendo
hasta traernos al nivel actual de las instituciones y la sociedad, por lo que estas
“inversiones” a mi modo de ver no sirven para nada practico, y mas alla de
traer el regocijo y las demás sensaciones que produce una visita de este tipo
para cierto sector de la población, la verdad es que resulta ser una inyección anímica
que dura algunos días para regresar al mismo punto, un sube y baja innecesario
que implica un alto costo al erario público, que pudo invertirse en obras que
verdaderamente beneficien a la población.
Podre sonar aguafiestas, ateo, incrédulo o lo
que se quiera, pero con la pobreza que veo a diario en las calles, las
injusticias que constantemente se comenten contra las personas, los atropellos
del gobierno en contra de sus ciudadanos, las mentiras de las que nos inundan
los medios, y todos los demás sucesos que se olvidan en época de futbol o
celebraciones como la reciente en nuestro país, se demuestra que nada se
soluciona olvidando, escondiendo, maquillando o celebrando, todo lo contrario,
este tipo de actos nos desconecta totalmente de nuestra realidad y logra que
los avances que se traían, se pierdan y se echen al olvido como si nada hubiera
sucedido, como una especie de reseteo que se le realiza a gran parte de la población.
A pesar de mi rechazo a la visita de Francisco,
pude escuchar gran parte de los mensajes que transmitió en sus homilías, y
realmente me sentí desconcertado por sus palabras tan sinceras y reales, que
mas allá de ser religiosas, pareciera que se adentraban en las profundidades de
la corrupción, la injusticia y de la política sucia y dañada que hoy enferma el
país, atacándolas con palabras que se esperaría, retumbaran y realmente
cambiaran la actualidad de nuestro país, pero debo ser coherente con lo que
tenemos y de palabras no vamos a sacar absolutamente nada, de esperanza no
podremos vivir si continuamos escogiendo a los mismos, si seguimos con nuestras
actitudes y aptitudes frente a nuestros semejantes, si callamos frente a las
malas practicas de los demás, si no mejoramos nuestros comportamientos, si no
cambiamos el chip de esclavos que tanto hemos permitido que nos coloquen
nuestros gobernantes.
Se fue el Papa, regresa la realidad, regresan
los problemas que estuvieron en silencio durante 5 días, y si, se trajo un
mensaje esperanzador, de unión, de PAZ, pero esto no nos obliga a hacernos de
los oídos sordos y de cerrar nuestros ojos a la realidad, aun el país continua
sumido en una crisis profunda en todas sus instituciones, en todos y cada uno
de los ciudadanos, y como tal debemos solucionar estos problemas antes que los
problemas acaben totalmente con nosotros, así que no olvidemos nuestro horizonte, nuestro futuro
próximo que es el escoger nuestro próximo presidente, recordándoles que
necesitamos un verdadero cambio, uno que no está con un representante de las
mismas clases dominantes de siempre, sino uno totalmente diferente.
http://drgdiaz.com/eco/salud/contaminacionenbogota.shtml |
http://wmrey.blogspot.com/2014/01/explotacion-minera-en-el-paramo-de.html?_sm_au_=ifVFVP0MjL5VnPLn |
Abramos los ojos, nada esta perdido aun, depende
totalmente de nosotros nuestro porvenir y el de nuestros hijos, y como tal es
responsabilidad de cada uno de los colombianos el resurgimiento o el
hundimiento total de nuestra sociedad.
Muldder Criollo
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