COLOMBILANDIA: ¿Quienes ganaron y quienes perdieron con el resultado del Plebiscito?
En este preciso momento en el que redacto las líneas de este nuevo artículo, Colombia se encuentra tristemente dividida en tres grandes bandos, encarnizada en una lucha de opiniones y polarizada aún más con un resultado que no dice mucho y que nos deja más confundidos que nunca por el desconocimiento del rumbo a seguir. Por un lado se encuentran los que apoyaron el SI, con un sin sabor en sus vidas, sufriendo está perdida en las elecciones que termino por acabarles las ilusiones que durante estos años alimentaron sus esperanzas de ver un país de una vez por todas en “Paz”. Por otro lado están los “ganadores”, aquellos que apoyaron el No, y que hoy celebran como cualquier fanático cuando ve su equipo coronarse campeón de alguna competición deportiva; y finalmente los que no tomaron ningún partido, aquellos que no estuvieron de acuerdo ni con unos ni con otros, y que resultaron ser una mayoría (60%) que pudo haber cambiado totalmente la historia de esta reñida y extraña votación, ya que todo lo que demostraban las encuestas realizadas en estas últimas semanas (en donde el SI ganaba por mucho sobre el NO ) quedo reducido a un gran desacierto en todas las firmas que realizaron este trabajo, y en entredicho la reputación de las mismas.
Es difícil saber que habría sucedido en caso
que las votaciones hubieran tenido el resultado contrario, de por si los
colombianos con las cifras obtenidas demostramos ser algo extraños e
impredecibles en términos de elecciones, y pueda que este panorama que se está
viviendo sea consecuencia de tantas dudas que tenemos por causa de la
desconfianza que los mismos representantes han generado en sus continuos
engaños, por su falta de compromiso y las
altas cifras en corrupción que nos catapultaron hasta los primeros lugares por
culpa de este mal.
Encontrar las razones por las que se dieron
estos resultados puede ser una labor que arroje varias respuestas, cada una de
ellas o todas juntas, pueden darle sentido a esta división tan marcada que hoy
por hoy provoca que más del 60% de los colombianos no se interese por lo que
sucede en su país, y a continuación las expondré según mi análisis personal:
·
Ideología
de Género:
Pese a que en los acuerdos explícitamente nunca
se habló de esta temática que generó tanta polémica a nivel social, su
influencia en los resultados fue evidente ya que el debate generado por estos
cambios a nivel de la educación, en fechas cercanas al inicio de la campaña por
el plebiscito, mezclo los ánimos y pasiones de las personas, afectando en gran
medida estas votaciones.
·
Las
FARC, de grupo armado a partido político:
Sin dudas este fue uno de los puntos que más
genero molestias en aquellos que se decantaron por el No, y aunque esto no fue
importante para aquellos que vivieron de cerca la barbarie de esta guerra
interna durante 52 años, para otra gran parte de la población colombiana el ver
a estos guerrilleros dirigiendo desde el congreso las riendas de nuestro país,
fue algo que nunca se les cruzó por su cabeza, así las víctimas directas de
este conflicto lo hubieran aceptado sin ningún impedimento.
·
Beneficios
económicos para los desmovilizados:
En un país donde gran parte de la población vive en
condiciones económicas deplorables, donde la mendicidad se apodera de las
ciudades principales, donde el salario mínimo está por debajo de los costos mínimos
con los que puede vivir una familia en condiciones normales, donde la salud se convirtió
en un lujo al que solo unos pocos pueden acceder, es difícil aceptar que con este acuerdo se le den ayudas económicas a
personas que solo se encargaron de afectar a todo nivel la vida de un país
entero, así solo esta guerra se hubiera librado en zonas específicas del país, y
que paradójicamente, fueron los lugares en donde el Sí recibió el mayor apoyo,
convirtiendo a estas víctimas del horror en personas admirables y de imitar, aunque es entendible por muchas razones que esta ayuda económica es necesaria
para llevar a cabo la reincorporación de los desmovilizados a la vida civil.
·
Castigos
no acordes a los crímenes cometidos:
Pensar en un castigo ejemplar por matar o
secuestrar personas inocentes, es algo que sería lógico si de Justicia hablamos
y ejemplarizamos. Cuando vemos que por un lado encarcelan por 5 años a alguien
por robar un caldo Maggie en una tienda de barrio, y por otro lado se perdona o
se castiga de manera suave y poco estricta a alguien por asesinar a sangre fría
a cientos de personas, a primera vista estaríamos viendo un caso de injusticia
tan grave que no cabría en la cabeza de alguien cuerdo, pero a la vez surgen
cuestionamientos e ideas que invitan al perdón, que implican una gran capacidad
de olvido (por parte de aquellos que vimos diariamente noticias de masacres a
diestra y siniestra), y que invitan a la reconciliación para poder vivir de
mejor manera en un país plagado de dolores. Sin duda, la base de la paz lleva implícitamente
la necesidad de olvidar y perdonar, de ponerle un punto aparte a las perdidas y
continuar hacia la búsqueda de un país y un mundo mejor, pero la realidad es
que poner a todo un país de acuerdo para aceptar algo así, es una labor imposible
de llevar a cabo de la manera en la que el presidente lo planteó.
Hasta este punto no he visto ganadores ni
perdedores (Talvez este resultado era el planeado por la elite), es más, los colombianos
que apoyaron el NO están con las manos vacías, no tienen nada fijo, todo es
inconcluso e inseguro, claro, refiriéndome a los colombianos naturales, no políticos
ni jurídicos, ya que en ligas mayores el único ganador seguro fue el
expresidente y actual senador Álvaro Uribe Vélez, quien durante toda la negociación
se opuso a estos acuerdos y estuvo en frente de la campaña contra el SI, y que el pasado 2 de salió victorioso, demostrándole
a Juan Manuel Santos todo el apoyo, la fuerza política y social que aun
ostenta, y con esto el regreso casi
triunfal de un expresidente que lleva consigo un gran historial de problemas
que aún se encuentran en proceso de resolución y que con lo dicho, no sería nada
raro ver salir ganador de todos los líos
que lo persiguen desde su salida de la presidencia.
Lo único es esperar que decide el señor
presidente de Colombia, que a mi juicio, no creo que sea nada bueno, ya que con
la entrada del Uribismo a las negociaciones y la posibilidad de una
Constituyente para refrendar los futuros acuerdos, pueda que el panorama sea aún
más negro y con nuevos problemitas que nos pueden camuflar en un próximo texto,
y que seguramente serán más confusos de entender, teniendo en cuenta que de
juegos jurídicos y trampas políticas, los colombianos de a pie no entendemos ni
sabemos nada.
Igual que en el último post, esperaremos a ver qué
sucede y hacia donde nos lleva esta elite, porque debo dejar claro, que lo que
paso en Colombia no fue algo aleatorio ni que se salió de control, fue un paso más
para la llegada de ese nuevo mundo futuro que nos depara y que es guiado y
dirigido por esos mismos de siempre, que así no los estemos viendo físicamente,
ahí están.
Muldder Criollo
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