¿Espectáculos o rituales? El oscuro poder detrás de los conciertos masivos
¿Alguna vez te has preguntado por qué ciertos conciertos de grandes artistas parecen más una ceremonia que un simple show musical? No estás solo. Cada vez más personas empiezan a notar que lo que ocurre sobre el escenario va mucho más allá del entretenimiento, y no es precisamente captar dinero.
En medio de luces hipnóticas, coreografías sincronizadas y pantallas gigantes llenas de símbolos “extraños”, se ejecuta algo más profundo. Ojos que todo lo ven, pirámides, cruces invertidas, invocaciones, fuego, portales, cuernos, dioses antiguos, puestas en escena y hasta sonidos extraños.
¿Casualidad? ¿Estética artística? ¿O un mensaje cifrado para quienes pueden (o quieren) ver más allá?
El público salta, grita, llora, entra en trance, pero pocos se preguntan qué ocurre realmente con su energía emocional durante ese estado colectivo de euforia. No es solo ir a cantar, a disfrutar y a observar, es algo más, y no es precisamente positivo, si justo es lo que están pensando.
¿Es posible que estos eventos funcionen como rituales de cosecha energética? ¿Y si la música, el ritmo, la vibración y la simbología estuvieran diseñados para abrir portales dentro de ti mismo? ¿Y si los artistas más promocionados del planeta no fueran solo músicos, sino canales al servicio de fuerzas más antiguas y más oscuras?
Nada se deja al azar. Vestuario, colores, escenografía, sonidos. Todo responde a patrones que se repiten concierto tras concierto, gira tras gira, artista tras artista. Y siempre con millones de espectadores dispuestos a entregar su atención, su cuerpo y quizá algo más.
Tal vez no estemos asistiendo a espectáculos. Tal vez estamos participando —sin saberlo— en verdaderos rituales de masas.
Tú decides qué creer. Pero la próxima vez que estés frente a un escenario, observa bien, mira que pasa a tu alrededor. He escuchado diversos testimonios y el factor común es que las personas al salir de estos lugares se sienten vacíos internamente, no solo es cansancio físico, sino algo más, como si les hubiesen quitado algo.
La conclusión la tiene usted. Simplemente aquí en este artículo se exponen ideas que cada quien está en la libertad de crear, refutar o investigar.
Yo no vendo verdades. Solo abro grietas.
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