La Ventana de Overton: cómo nos reprograman mientras creemos elegir
Durante años, la élite ha perfeccionado un arte oscuro: el de mover los límites de lo posible sin que nadie lo note. No necesitan balas ni dictaduras. Les basta una herramienta silenciosa y efectiva: la Ventana de Overton. Este mecanismo no impone ideas. Las infiltra. Toma lo que antes era impensable —la censura masiva, la manipulación genética, la vigilancia constante— y lo convierte en “normal”, luego en “sensato”, y finalmente en “necesario”. Hoy vivimos en el resultado final de décadas de ingeniería social. Antes era impensable que un gobierno pudiera rastrear cada paso que das, cada conversación, cada compra. Hoy lo aceptas, lo aplaudes, y hasta lo exiges “por tu seguridad”, porque es lo mejor para el "bienestar" general. Antes era inaceptable que se silenciara a un periodista por opinar distinto. Hoy se celebra como “lucha contra la desinformación”. Antes era inconcebible modificar la percepción de la biología, la familia, la verdad misma. Hoy, cuestionar es...