¿Finalmente llega el Reseteo? Caer en el juego del Miedo fue un grave error.

Con el aparente regreso del Patrón Oro y las grandes economías cayendo en picada, el mundo estaría siendo testigo del evento que durante años, fue advertido por los mal llamados “conspiranoicos”. El mundo cayó en la trampa perfecta y el miedo se apoderó de sus vidas. El experimento del BICHO fue todo un éxito.

 

Los hechos más recientes en torno a los datos económicos de los países, revelan un oscuro panorama, que con el paso de los meses, ira desvelando uno de los objetivos de la actual PLANDEMIA: Quebrar las economías de todos los países. Hace poco más de una década, el mundo paso por la misma situación con la pandemia de la gripe AH1N1 y nunca se llegó a tanto, asi que es de locos no creer que lo que estamos viviendo, es un evento deliberado, planeado y ejecutado minuciosamente (Leer), para perjudicar a toda la humanidad.

 

Tan solo con saber que la única forma de volver a la normalidad es hasta que salga a la venta la tan “esperada” vacuna (Leer), indica que las voluntades de los gobernantes-si es que estas existen- están enfocadas en mantenernos en el encierro. Es innegable que dicha vacuna es un billonario negocio para las farmacéuticas, ya que al ser el “BICHO” aparentemente un virus, en cualquier momento puede mutar, requiriendo que cada tanto la gente deba aplicarse una nueva dosis ”actualizada” para que continúe siendo “protegido”, y de paso llenarle los bolsillos a estos lagartos. 

En el mundo existen más de 7 mil millones de personas, y los supuestos infectados no llegan ni al 1% de esa cifra, así que vayan entendiendo de que va todo este circo.

 

Por otro lado, las cifras económicas de EEUU (Ver), han puesto los pelos de punta a los inversionistas del mundo, algo que en definitiva impactará en gran medida las elecciones en noviembre, y por supuesto, es una situación que influirá negativamente en algunas economías latinoamericanas (Ver) que, en vez de invertir en Oro, optaron por hacerlo en una moneda que se encuentra en crisis, decisión de la que pronto verán las consecuencias, si es que antes no ocurre algún milagro que detenga esta locura que nos tocó vivir en el 2020.

 

Un reseteo económico financiero (Leer),  requiere de la destrucción de la economía mundial actual para justificar la llegada de una nueva moneda,  necesita de un nuevo sistema que la controle, y por lo tanto, de nuevas formas de comerciar con ella. ¿Acaso no es eso lo que estamos viendo en estos momentos?. La transformación a la que han debido acoplarse las personas en todo el mundo por culpa de este experimento, abrió la puerta casi de manera obligatoria, a un nuevo mundo digital al que a todos, en algún momento, deberemos acudir. No se puede entrar a un nuevo mundo usando las mismas herramientas del anterior.

Es posible que durante los proximos meses, o incluso semanas, veamos noticias hablando de recesión en varios países (Ver), de retrocesos económicos, de crisis, o talvez no lo escuchemos de dicha manera, ya que como nos tienen acostumbrados, acudirán a nuevos eufemismos que disfracen una realidad que todos podemos palpar en las calles de nuestras ciudades, y que inclusive pueden ocultar con cifras maquilladas, con tal de evitar una crisis mayor, una que se les pueda salir de las manos y que ponga en peligro sus oscuros planes.

 

El mundo, o por lo menos gran parte de él, fue una presa fácil del pánico que intencionalmente generaron los medios masivos y los gobernantes de cada país. Nunca vi tanta obediencia y pasividad en las personas como la vista en el año 2020. Ni en la pandemia ocurrida hace años atrás vi tanto borrego junto, asustado y acorralado. Fíjense como 4 meses fueron suficientes para moldear las mentes de las personas, para influir en sus mentes, en sus pensamientos y en sus convicciones. Es una verdadera tristeza ver como unos pocos pudieron doblegar las voluntades de más de 7 mil millones de personas con facilidad, hasta llegar a convertirlos en una masa incapaz de opinar, discernir e investigar, una masa que solo cumple órdenes y asiste diariamente a una doctrina del miedo televisada, que la mantiene adormilada y llena de inseguridades, esperando a que un salvador acuda a su llamado, y pueda brindarle la estabilidad que perdió en tan poco tiempo.

 

Se perdió tanto en este año, que puede afirmarse que la gente hoy le teme más a sus familiares y amigos, que al mismo sistema. La gente hoy prefiere estar encerrada en sus casas, y alejarse de la poca libertad que le quedaba, de sus padres, de sus hermanos y de sus amigos.

 

Se perdió tanto en este año, que recuperar algo de lo ganado será una tarea difícil, hasta la independencia al momento de decidir se ha esfumado. Hoy, para algo tan sencillo como salir a caminar  o ejercitarse, se requiere de un permiso de las autoridades, hasta para salir a adquirir víveres debe contarse con la aprobación de ellas. ¿Qué sucede con los seres humanos?

 

Hoy anhelamos tener la libertad de un perro callejero, ya que por lo menos él puede disfrutar del sol, del parque, del aire libre, de caminar, de correr, de saltar. Deberíamos sentirnos avergonzados por permitir que una minoría hoy se ría de nosotros, por permitir que decidan por nosotros, incluso de dejarlos pensar por nosotros. Fíjense como millones hoy están sin trabajo, aguantando hambre, mirando como pagan sus deudas, mientras sus gobernantes ni cortos ni perezosos, continúan rampantes en sus altos cargos, recibiendo puntualmente sus salarios. ¿Eso no es ofensivo? ¿No les parece algo injusto?