LA DESVENTAJAS DE NO SER UN COVIDIANO
Sin investigar de manera
minuciosa las noticias recientes, cualquier persona que tenga la posibilidad de
entrar a la internet a investigar, puede darse cuenta de las situaciones absurdas
que están sucediendo alrededor del mundo; cambios que a pesar de que nadie los
considere extraños o ilógicos, se están convirtiendo en una constante que
gobiernos y medios están tendiendo a normalizar en frente de nuestras caras,
pasando por encima de la lógica, simplemente para seguir llevando a cabo un
plan que esta a punto de culminarse.
Posiblemente para gran parte de
la población, las medidas impuestas durante la “Plandemia” son pasajeras,
producto de la actual contingencia, pero existen otros -entre los cuales me
incluyo- que estamos convencidos de que gran parte de lo que estamos viviendo llegó
para quedarse, y que mediante tácticas de adoctrinamiento y manipulacion específicas, están siendo
aceptadas por las personas sin evidencia de resistencia en buena parte de residentes del
planeta. Las medidas tomadas en cada uno de los países desde que el virus fue
catalogado como Pandemia, sacaron a relucir lo tiránico y antidemocrático en
que se pueden convertir los gobiernos cuando de encerrar a la gente se trata:
En el correr de unas cuantas semanas, fuimos testigos de millones de pérdidas
de trabajo, empresas quebradas, suicidios, hambruna, desespero, control social
y otras situaciones más de las que seguramente todos aún tenemos recuerdos,
pero que quizás hoy ya son tomadas como algo cotidiano, algo meramente normal;
sin embargo, no porque hoy algo sea
aceptado como normal por gran parte de la población significa que sea correcto.
En los meses recientes, han
empezado a surgir otra serie de curiosidades muy ligadas al tema de la vacunación,
que evitando llamarlas como privilegios para
no ofender a nadie, resultan ser ventajosas para aquellos que tuvieron la “bendición
o maldición” de haber contraído el bicho, situaciones que de manera deliberada,
empiezan a crear división entre quienes evitaron infectarse y los que si se
contagiaron por cualquier motivo.
Si desde un principio le hubiesen dicho a las personas que tener Covid-19 seria requisito para acceder a lo que se venía tiempo después, muy seguramente nos habríamos ahorrado cientos de días de encierro, enfermedades mentales y físicas surgidas y generadas a partir de la cuarentena extrema del 2020, pero la situación fue otra y hoy estamos pagando las consecuencias.
Hoy en día somos testigos de cómo
en algunos países solo se pueden comprar alimentos si se tiene un certificado
que acredite que se está vacunado (leer), lo que significa que aquellos que evitamos
contagiarnos para no ser vacunados, hoy estaríamos ya en pérdidas. Vemos
medidas que pretenden implementar un pasaporte covid, que básicamente busca que
aquellos que deseen salir del país, deban tener ya su vacuna o su respectiva prueba
PCR negativa, todo por culpa del estúpido concepto de los ASINTOMATICOS, que
mas allá de parecer muy técnico, resulta ser una burla para aquellos que están realmente
sanos, ya que los obliga a hacerse una prueba, que para muchos profesionales de
la salud no es la indicada para saber quién tiene el virus y quien no.
Sin mucha dificultad, y viendo
medidas como las descritas, podremos anticiparnos a lo que se viene y deducir
que en un futuro cercano el que no tenga vacuna, no podrá acceder a un nuevo
trabajo, no podrá salir de vacaciones, no podrá entretenerse asistiendo a un
cinema, o sencillamente, no podrá comprar sus alimentos presencialmente.
Necesariamente debemos tener una vacuna para tener los privilegios de los que
fueron infectados, así que no es descabellado asegurar que los sanos y que no
se quisieron inocular, hoy o dentro de poco serán marginados por la misma
sociedad, serán un “foco de infección”, serán un peligro para la salubridad pública,
y por lo tanto, serán señalados por no ser parte del rebaño que prefirió perder
sus libertades naturales.
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