Iván Duque : El Aprendiz De Dictadorcito.

 

A ya casi un año de culminar su desastroso gobierno, Iván Duque, el jovencito arrodillado y secuestrado moralmente por el viejo de los crocs, paso de ser un títere inocente y con poca experiencia al momento de dirigir un país, a convertirse en un obeso y canoso dictadorcito que saco sus garras filosas y sangrientas, justo en momentos en los que el país está sumido en la peor crisis de su historia, en momentos en los que el país necesita un verdadero líder, capaz de guiar el camino hacia un lugar más próspero y menos desigual, y no un remedo de dictadura que se escuda detrás de los escudos del ESMAD y las FFMM para hacer todo a su antojo.

El hoy presidente ha venido demostrando lo que ha aprendido de su relación obsesiva y enfermiza con el exsenador y expresidente Alvaro Uribe Vélez, una relación que más allá de guiarlo positivamente en su trasegar por el poder, corrigiendo los errores cometidos en el pasado, termino utilizándolo como herramienta para que su secta uribista -la que ha saqueado el país- siguiera atornillándose en el poder acabando con la poca democracia que quedaba, y defraudando la ilusión de millones de incautos colombianos, que prefirieron creerle más a la demagogia y la mentira,  a escoger al verdadero cambio que necesita nuestro país.

Colombia ha regresado en el tiempo, la desesperanza se ha tomado las calles de todo el país, la guerra, la inseguridad, la pobreza y la desigualdad han vuelto a ser el pan de cada día, y nuestros dirigentes, cada vez más lejanos e desentendidos.

Hoy las calles  están repletas de miles de manifestantes, el desespero llego a tal punto que la Plandemia paso a un segundo plano, la gente no le teme a contagiarse del virus, ya no comen cuento de nada. Los colombianos se cansaron, se hartaron, y se demuestra por el Paro Nacional que lleva más de una semana en todo el país, por las movilizaciones sociales que ni los asesinos con pistolas son capaces de aplacar, protestas que indican una gran indignación ya generalizada en todas las ciudades.

Todo mi apoyo a los manifestantes, nos dimos cuenta que a las buenas las cosas no funcionan en este país, no sirve de nada pagar impuestos, no sirve de nada trabajar si las ratas que nos gobiernan siguen hundiéndonos y robándonos.

El dictadorcito con cara de oveja se ha encargado de traer muerte, represión y excesos a manos de la fuerza pública. Hoy los pobres se están enfrentando contra los más pobres, y el presidente ha sido el único responsable por intentar imponer reformas que atacan gravemente a la clase trabajadora, una que ya se ha visto disminuida económicamente por culpa de la supuesta crisis sanitaria, situación que ha sido aprovechada por los gobernantes para imponer normas mucho más represivas e injustas.

Para finalizar, es bueno dejar claro que el Paro Nacional no tiene representantes políticos, no tiene nombres propios: El Paro Nacional es indefinido y está representado por los ciudadanos, por los que salen a marchar, por esos que han muerto en días recientes a manos de las FFMM que en teoría están para protegerlos.