El silencio Complice de Europa y EEUU mientras Palestina es Destruida

Mientras las potencias occidentales se rasgan las vestiduras por la “agresión rusa” en Ucrania, imponen sanciones, levantan banderas de libertad y derechos humanos, hay otra guerra que parece no incomodar tanto. Una guerra que lleva décadas, que se cobra vidas a diario, pero que rara vez ocupa las portadas con la misma indignación. Me refiero, claro, a los ataques de Israel contra Palestina y otros vecinos de Medio Oriente, una supuesta retaliacion que ha cruzado todos los límites.

¿Por qué el bombardeo a Gaza es tratado como “respuesta defensiva” mientras que otros conflictos son considerados crímenes de guerra? ¿Por qué cuando se trata de Israel, la comunidad internacional pierde la voz, los medios bajan el volumen y las ONGs se hacen las distraídas? O será el poder de los dólares el que está detrás de todo esto...

No es casual. Es parte de un engranaje bien aceitado, donde el lobby sionista tiene brazos en todos los niveles del poder global. Donde el relato se moldea a medida de quien lo financia. Donde se protege a un supuesto “Estado víctima” mientras actúa como verdugo, borrando del mapa pueblos enteros y desplazando generaciones con total impunidad.

Europa, tan “moralmente superior”, tan comprometida con los “valores democráticos”, se arrodilla ante los intereses de Washington y Tel Aviv. Callan, porque saben que quien denuncia a Israel se arriesga a ser señalado, censurado o acusado de antisemitismo. Pero el verdadero antisemitismo es permitir que se perpetúe un apartheid moderno bajo el disfraz de la religión y la historia.

La doble moral no es solo política. Es espiritual, es ética, es humana, y mientras no la desenmascaremos, seguiremos siendo cómplices, aunque sea por omisión.

Ya está bueno de décadas de olvido e impunidad. Ya es justo y necesario que alguien ponga en su sitio a "esos" que hoy se creen con el poder de masacrar sin recibir un castigo más que merecido, a esos que se esconden tras una historieta que no es excusa para que el mundo se les arrodille cada vez que quieren llamar la atención.