Petro, el nuevo obstáculo de Washington.
En el ajedrez global de las élites, Colombia ha sido por décadas una ficha silenciosa pero fundamental. Estratégicamente ubicada, rica en recursos, aliada leal de los Estados Unidos en la región… hasta ahora. Porque algo cambió. O mejor dicho, alguien cambió las reglas: Gustavo Petro, el primer presidente "alternativo" de una nación históricamente alineada con el Imperio del Norte. Muchos lo celebraron como el comienzo de una nueva era. Pero en la trastienda del poder, las alarmas se encendieron. Y no fue por sus discursos progresistas o su retórica populista. Fue por algo mucho más grave para los intereses geopolíticos de Washington: Petro (Colombia) asumió temporalmente la presidencia de la CELAC, una plataforma que podría convertirse en la "Unasur 2.0", pero esta vez con una visión más alejada de los dictámenes del Norte. Además, Colombia coquetea con el BRICS, ese bloque emergente que representa la pesadilla de cualquier globalista: una economía mult...